2. Las exigencias del ministerio


  • Hechos 6:3 = “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”
  • 1 Corintios 4:1-2 = “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
  • 2 Timoteo 2:4-6 = “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.” (1)
  • No toda persona puede ser reconocida por la Iglesia local para realizar un determinado ministerio; es necesario tener un buen testimonio y una vida espiritual estable.
  • Esto es así, porque los que desarrollan un ministerio son ejemplos para el resto de los creyentes. Y deben ser buenos ejemplos.
  • Por tanto, Dios exige mucho mas a los que estamos desarrollando un ministerio en la Iglesia local que a cualquier otro creyente (ejemplo de los sacerdotes en Levítico 21).

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