1. Lo primero que debemos hacer
es “Escuchar la canción”, es importante que nos sepamos las letras para
saber lo que estamos diciendo con la danza que hacemos. Así que tenemos
que sabernos la canción antes de empezar a danzarla. Con nuestra danza
adoramos a Dios y hablamos con Él, Él también nos habla a nosotros/as y también
con la danza hablamos a los que nos miran, es decir llevamos el mensaje que
Dios quiere, por eso Tenemos que entender que es lo que vamos a danzar.
2. Otra cosa importante es “saber
si la canción que danzaremos es bíblica”, debemos danzar la palabra de Dios
así que debemos asegurarnos de que la canción contenga la palabra de Dios, o
lleve un mensaje bíblico y no anti bíblico.
3. “Orar a Dios para que
te guíe” (escuchar la canción y orar al mismo tiempo). Aquí también nos
daremos cuenta si es la voluntad de Dios que hagamos esa canción o tal vez Dios
quiere que dancemos otra para ministrar al pueblo según la necesidad. O también
nos podemos dar cuenta de lo que el quiere hacer a través de nosotras por medio
de esa danza. También es cierto que el Espíritu Santo nos ayuda a poner pasos
específicos a la canción para que el mensaje sea más entendible a través de
nuestros movimientos.
4. “Poner a la canción pasos
que vayan de acuerdo con lo que ella dice.” Si la canción dice por
ejemplo creaste el cielo. No deberíamos hacer un paso apuntando hacia el suelo
y así sucesivamente por poner un ejemplo. De esta forma es que podemos dar un
mensaje a través de la canción. Sabemos que la coreografía no es improvisada,
es ensayada por lo tanto lo hacemos ensayando y poniendo los pasos nosotras (lo
contrario de la danza profética o espontánea) pero debe ser bajo la guianza del
espíritu santo, por eso la oración antes de empezar a montar la canción.
5. “Entender que lo que
hacemos es solo para Dios y para que el nos use conforme a su voluntad.” La
danza es adoración a Él. Y también a través de ella Dios habla a su iglesia y a
las personas que no le conocen. Debemos saber que somos un medio para que Dios
hable. Y debemos estar limpias delante de el. Como una vasija lista para ser
llenada y que Dios la use conforme a su voluntad. Y sobre todo con la danza
alabamos y adoramos su nombre. Cuando dancemos debemos entender que lo hacemos
en adoración a Él y que es solo para Él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario