La palabra ministerio viene del latín
ministerium que significa servicio, empleo, oficio. Sus componentes
léxicos son: minister que significa sirviente, más el sufijo orio que
significa lugar. Y la palabra ministro viene del latín minister que
significa sirviente, por eso le llamamos ministros a los que sirven a
Dios o a los que hacen un servicio público. Y ministrar obviamente
significa servir.
Entonces, si es así, una persona que
sirve a Dios es un ministro, y si lo hace continuamente, principalmente
haciendo algo especifico, eso que hace se convierte en un ministerio,
que seria, un servicio, empleo u oficio.
Muchas veces como cristianos, en las iglesias, tendemos a decir que algo que alguien hace para Dios no es un ministerio.
Por ejemplo:
Si una persona limpia la iglesia, o
una persona ayuda a los necesitados, o es ujier en la iglesia, o danza o
canta en la iglesia, de continuo, ¿No significa esto que esa persona
esta sirviendo? pues si, esa persona es un ministro, es un servidor,
porque sirve a Dios y a la iglesia.
Tener un ministerio no se trata de reconocimiento público, se trata
de servir a Dios, y ayudar a los demás a hacerlo también. Dice Efesios
6:6 ¨No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los
hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de
Dios¨.
Esto quiere decir que debemos servir a Dios, no para que otros nos
vean y reconozcan que lo hacemos bien y nos den premios ni mucho menos,
sino hacerlo como siervos de Cristo de todo corazón, no para agradar a
la gente sino a Dios.
Para ministrar no necesariamente se necesita estar en la iglesia,
podemos ministrar en todo lugar. ¿Como ministra una persona que canta?
al adorar y hablarle a otros de Dios a través de sus canciones.¿Como
ministra un/a danzarín/a? al adorar a Dios y al hablarle a otros de Dios
a través de su danza. ¿Como ministra un ujier, adorando a Dios y
sirviendo a la iglesia.
El
ministerio es cualquier servicio que realizamos para Dios, en el marco de la
Iglesia local, y de acuerdo a los dones o capacidades que Dios mismo nos ha
dado. Ejemplos:
- Enseñar niños en la Escuela Dominical.
- Cuidar a los pequeños en la guardería.
- Preparar las cosas para el culto.
- Presidir o llevar cualquier culto.
- Coordinar la limpieza.
- Practicar la hospitalidad hacia los que nos visitan.
- Ayudar en la música.
Todas estas
actividades, si se realizan de corazón para el Señor tienen el mismo valor
espiritual a los ojos de Dios, y son igual de importantes y necesarias. También
conllevan una seria responsabilidad delante de Dios y delante del pueblo de
Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario